sábado, 8 de julio de 2017

VUELO 961 DE ETHIOPIAN AIRLINES

Que hacía la ruta entre Adís Adeba con destino a Nairobi fue secuestrado el 23 de noviembre de 1996 por tres etíopes que querían pedir asilo político en Australia. El avión se estrelló en el océano Pacífico cerca de la islas después Comores después de quedarse sin combustible, dejando un balance de 125 muertos de las 175 personas que viajaban en el avión.
Cuando el Boeing 767 entró en el espacio aéreo de Kenia, los secuestradores abordaron la cabina del piloto y secuestraron el avión. Los hombres amenazaron con hacer estallar una bomba, anunciando que eran opositores al gobierno etíope y que recientemente habían salido de la cárcel. Las autoridades determinaron posteriormente que la "bomba" era una botella de licor.
Los secuestradores exigieron que el avión se dirigiera hacia Australia. El piloto intentó explicarles que la nave no tenía combustible para llegar a Australia, ni siquiera para hacer un cuarto de la ruta, pero no le creyeron. El piloto decidió seguir la línea costera africana, en lugar de hacer caso a los secuestradores. Estos se dieron cuenta de que aún no habían abandonado la costa y forzaron al piloto a dirigirse hacia el este. El piloto tomó rumbo hacia las Islas Comoras, situadas entre Madagascar y el continente africano. 
Una pelea con los secuestradores motivó que el piloto perdiera contacto visual con el aeropuerto, impidiéndole que consumara su intención de intentar allí el aterrizaje planeado. La única alternativa restante fue intentar un amerizaje, el cual fue realizado a 500 metros de la costa, cerca del Hotel Galawa Playa. El ala izquierda fue la primera parte del avión que contactó con el océano, la segunda fue el motor izquierdo, que se hundió en el agua, causando la destrucción del aeroplano. Los residentes de la isla y turistas, incluyendo un grupo de médicos franceses, fueron testigos directos del accidente y acudieron inmediatamente a ayudar a los supervivientes.

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