Hay dos tipos:
- Fijos: son los que, durante el vuelo, se encuentran permanentemente expuestos a la intemperie. Se usan solamente en aviones bastante pequeños, de baja velocidad donde el aumento de peso por la instalación de un sistema de retracción influirá desfavorablemente sobre el peso total y la ganancia en velocidad no mejoraría mucho más las prestaciones.
- Retráctiles: son los que no están expuestos a la intemperie, sino que están escondidos dentro del avión. El piloto, desde la cabina de mando con una palanca, hace que el tren de aterrizaje pueda contraerse, escondiéndose en el interior de la aeronave, así cuando el avión tenga que aterrizar, el piloto con la misma palanca hace que el tren de aterrizaje baje y así el avión pueda aterrizar.
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