Era un vuelo comercial de cabotaje que cubría la ruta entre el Aeropuerto de Kokshetau y el Aeropuerto de Almaty, ambos en Kazajistán, el 29 de enero de 2013. La aeronave accidentada era un Bombardier CRJ200.
El avión se preparaba para aterrizar en el aeropuerto de la capital de Kazajistán a las 13:13 hora local cuando de repente, el avión regional se desplomó y se estrelló contra el suelo cerca del aeropuerto inicial por un vuelo controlado contra el terreno, falleciendo los 15 pasajeros y 6 tripulantes a bordo.
Después del siniestro, se investigó la causa del accidente. Hoy en día sigue sin saberse con totalidad, se cree que la malas condiciones meteorológicas pudieron acabar con el vuelo. Ninguna parte de la aeronave quedó en buenas condiciones.
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