Era un vuelo de carga que cubría la ruta entre el Aeropuerto Internacional de Seattle - Tacoma y el Aeropuerto Internacional de Memphis, ambos aeropuertos en Estados Unidos, el 28 de julio de 2006. El avión siniestrado era un McDonnell Douglas DC-10F.
La aeronave se encontraba aterrizando en la maniobra con aproximación visual y utilizando el ILS. Sin embargo, el tren de aterrizaje izquierdo impactó contra la pista primero, lo que hizo que todo el peso de la aeronave estuviera apoyado en unas cuantas ruedas de una parte del tren de aterrizaje trasero. Esto provocó que girara bruscamente a la izquierda y perdiendo el control por la pérdida de una parte del tren de aterrizaje. Acabó en una de las calles de rodaje próxima y el motor y el ala izquierda fueron envueltos en llamas. Los dos pilotos y el único pasajero salieron ilesos del siniestro.
Los investigadores dieron como culpable de lo ocurrido una grieta por fatiga en el agujero de la válvula de llenado aire debido a un mal mantenimiento.
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