Fue un caza biplano de la Primera Guerra Mundial diseñado y fabricado por la constructora alemana Albatros Flugzeugwerke. Su primer vuelo fue en la primera de 1917 e introducido en mayo de ese mismo año. Después de unos pocos años de producción, se calcula que la cifra total de aviones fabricados es de alrededor de 2.500 ejemplares, una cifra muy alta en esa época.
El propósito de su construcción fue para contrarrestar la superioridad de los cazas aliados y mejorar el Albatros D.III. En el fuselaje, se mejoró la aerodinámica, donde las alas y la cola fueron rediseñadas; se añadió un reposacabezas al piloto, aunque muchos lo quitaban para ver mejor en combate si tenían que mirar hacia atrás; y se empleó un motor más potente, entre otros cambios.
No fue un caza popular entre los alemanes, pues presentaba fallos estructurales, principalmente en el ala inferior, haciendo que los aviadores no tuvieran fe en la aeronave. Tan desesperante era para ellos pilotar que Manfred von Richthofen "El Barón Rojo", escribió en una carta que "es tan obsoleto que y tan ridículamente inferior a los ingleses que uno ni podía hacer nada con esa aeronave". En octubre de 1917, comenzó la producción del Albatros D.Va, que aunque resolvió e implementó algunas mejoras, no variaba mucho de su predecesor. A pesar de su mala reputación, participó en Italia, Palestina y en el Frente Occidental. A día de hoy, se conservan todavía dos ejemplares originales.
Podía llevar a un piloto, que se encargaba también de la artillería. Tenía una longitud de 7,3 m; una envergadura de 9 m y una altura de 2,7 m. Su techo de vuelo era 3.000 m, un alcance para 2 horas de vuelo y una velocidad máxima de 187 km/h.
¡ Todo un caza veterano de guerra !
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