Fue un vuelo de pasajeros que cubría la ruta entre el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan ( Washington DC, Estados Unidos ) y el Aeropuerto Internacional Norman Manley ( Kingston, Jamaica ), con escala en Aeropuerto Internacional de Miami ( Estados Unidos ), el 22 de diciembre de 2009. El avión siniestrado era un Boeing 737-800.
El parte meteorológico en la capital jamaicana era bastante pésimo, con fuertes lluvias y vientos que provocaban turbulencias. La aeronave aterrizó en el aeropuerto, sin embargo, patinó y se salió de la pista, colapsando el tren de aterrizaje y deslizándose por la tierra hasta llegar casi a la playa. Esto produjo dos enormes roturas en el fuselaje, dividiendo el avión en tres partes. Las 154 personas a bordo sobrevivieron.
La posterior investigación reveló que los controladores aéreos advirtieron a la tripulación de realizar un vuelo circular y aterrizar en la pista 30, pero quisieron seguir con la ruta establecida y aterrizar en la pista 12, más mojada en ese lugar, siendo el principal factor de la salida de pista. Además, otros motivos por lo que sucedió el siniestro fue que aterrizaron a mitad de la pista y que dicha pista no poseía ranuras de dispersión de lluvia, frecuentes en aeropuertos grandes.
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