Era un vuelo de pasajeros que cubría la ruta entre el Aeropuerto Internacional de Taiwán-Taoyuan (Taipéi, Taiwán) y el Aeropuerto de Naha (Japón), el 20 de agosto de 2007. El incidente fue protagonizado por un Boeing 737-800 de China Airlines.
La aeronave aterrizó sin complicaciones en la isla japonesa, rodando como de costumbre a su lugar de estacionamiento. Sin embargo, una vez allí, los operarios de tierra notaron humo saliendo del motor nº2 cuando los pilotos se disponían a apagarlo, y fue comunicado a la torre de control. El capitán ordenó la evacuación del avión, poniéndose a salvo las 165 personas a bordo: los pasajeros y las azafatas por los toboganes de emergencia, mientras que los pilotos por la ventanas de la cabina de mando. Poco después, el motor nº2 explotó, generando un gran incendio que dejó calcinado y destruido a la aeronave.
Los investigadores dedujeron que la causa más probable del incendio fue que una pieza de los slats perforó el tanque de combustible del ala derecha, originándose un agujero de entre 2-3 cm. Es por ahí donde se filtró el combustible, y que junto con las altas temperaturas del motor nº2, provocó varias explosiones, resultando en el incendio.
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