Era un vuelo de pasajeros que iba desde el Aeropuerto de Tarauacá y el Aeropuerto Internacional de Rio Branco, ambos aeropuertos en Brasil, el 8 de agosto de 2002. La aeronave accidentada era un Embraer EMB 120 Brasilia.
Cuando el avión se aproximaba al aeropuerto de llegada, llegó a una zona de fuertes lluvias, que dejó a los pilotos con poca visibilidad, y se estrelló a 1.500 m del aeropuerto, tocando primero la cola, debido a la maniobra de aterrizaje, se fragmentó en 3 secciones y se incendió. Fallecieron 23 de las 31 personas a bordo.
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