Era un vuelo comercial que cubría la ruta entre el Aeropuerto Trenton - Mercer y el Aeropuerto Internacional de Richmond, ambos en Estados Unidos, el 9 de junio de 1996. La aeronave siniestrada era un Boeing 737-200.
Cuando los pilotos estaban realizando la aproximación al Aeropuerto Internacional de Richmond, perdieron el control del timón, quedando las alas en posición vertical. Más tarde vuelve a ocurrir lo mismo, y volvió a su posición normal gracias a que los pilotos usaron los pedales para mover el timón. Pudieron aterrizar sin problemas en el aeropuerto, aunque se temían que si ocurría otra vez tuvieran que buscar un lugar donde no hubiera edificios, por si el avión se estrellara para que no hubiera fallecidos en tierra. De las 53 personas a bordo, solo hubo una persona herida.
La causa del fallo fue que las válvulas servoduales de la cola del avión se atoró. Luego de hacer más pruebas, los investigadores vieron que también se podía invertir. Se tuvo que rediseñar esas válvulas y se cambiaron todas de todos los aviones Boeing 737.
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