En aeronáutica, es aquel que sopla de forma perpendicular a la pista de aterrizaje que dificulta las maniobras de despegue y aterrizaje, a diferencia de si este viento estuviese en paralelo a la pista. Para aterrizar, no hay un límite de viento cruzado para abortar la maniobra, ya que depende de las habilidades de los pilotos, aunque el fabricante del avión certifica cuál es la intensidad máxima con la que el piloto de pruebas consiguió aterrizar como información a mano de los pilotos. En la aviación comercial, las aerolíneas son las que especifican la velocidad máxima de viento cruzado con la que se puede aterrizar, en caso contrario, se desviará la aeronave a otro aeropuerto.
Para calcular la componente de viento cruzado, se emplea una tabla dada por el fabricante u operador del avión, donde aparece unas velocidades de viento y ángulos proporcionados por el componente de viento cruzado. Cuando se entrenan a los pilotos en la escuela, se les enseña a calcular la componente con los datos del rumbo y deriva del avión. En las aeronaves modernas, éstas poseen sistemas que la calculan mediante datos meteorológicos del aeropuerto en el que se quiere aterrizar.
Además, el viento se puede separar en dos componentes:
- Viento cruzado: la componente es perpendicular a la dirección del avión.
- Viento de cola o de cara: la componente es paralela a la dirección del avión. Será de cola si va a favor del movimiento y de cara si es en contra.
¡ Crucial saberlo para aterrizar !